El instinto gregario y la discordia

Una de las paradojas del ser humano reside en la oposición entre su naturaleza social, que lo acerca a sus semejantes y lo induce a vivir en grupo, y la permanente inestabilidad en sus diferentes formas de asociación. Desde las familias hasta las organizaciones nacionales o internacionales, la discordia, con mayor o menor frecuencia, con mayor o menor gravedad, parece un defecto esencial de la especie. Dada la constancia de esta conflictividad a través de la historia, hay quienes han intentado explicarla señalando una supuesta agresividad esencial que nos impulsa trágicamente a malograr nuestros proyectos colectivos: el hombre es malo, desconfiado, egoísta, persigue la acumulación de poder instrumentalizando a sus semejantes, etc., y recaerá siempre en este lado oscuro de su ser sin importar los ideales que se plantee como compensación.

Esta explicación, además de pesimista, pasa por alto la otra cara de la moneda, es decir, no solo la mencionada naturaleza gregaria que nos acerca unos a otros, sino también el altruismo, la generosidad, la compasión y la voluntad y capacidad de comprendernos mutuamente; toda una serie de rasgos que igualmente se han manifestado una y otra vez a través de la historia. De hecho, durante siglos la humanidad ha ido reconociendo valores y principios que apuntan en el sentido de la convivencia, la cooperación, la paz y la solidaridad, y es notable el hecho de que, al menos desde el punto de vista de las ideas, este progreso hacia el consenso ha sido constante, y que las doctrinas que esporádicamente han surgido en oposición a esa tendencia (p. e., formas sistemáticas de racismo o nacionalismo) han resultado tarde o temprano excluidas o controladas.

Por lo tanto, la impresión que nos deja la historia no es la de un campo de batalla en el que sólo se despliega la “maldad esencial”, sino la de un aprendizaje arduo e incompleto que sigue persiguiendo, entre otras cosas, una convivencia armónica.




Comunicación, mensajes y diálogo

Hay una «teoría de la comunicación» que, inspirada en una analogía telefónica, se elabora en torno al acto de «transmitir un mensaje». Esa teoría ha sido posteriormente discutida o superada por otras, pero sigue siendo una referencia en muchos ámbitos, algo que justifica mencionar algunos de sus problemas.

Según dicha concepción, un emisor formula lo que quiere decir en términos de un código, que presupone que un receptor ya conoce, y lo presenta a través de un canal más o menos apto para ese propósito. La calidad del proceso puede verse afectada por lo que genéricamente se llama «ruido», factor que -siempre siguiendo la metáfora original- se entiende como una suerte de interferencia o distorsión.

El mensaje, idealmente, pretende decir algo acerca de su asunto, de su tema, es decir, se refiere esencialmente a la «cosa» y no al contexto de a comunicación. Se da por sentado que el emisor está en posesión del mensaje, lo domina de manera clara y completa y no pretende más que transferirlo sin equívocos, inexactitudes o lagunas. La comunicación habrá sido exitosa si el receptor se hace con ese contenido de manera exacta, lo incorpora a su acervo informativo y es capaz de reproducirlo en los mismos términos (es, decir, el proceso no cae en la situación del «teléfono roto»).

Este punto de vista ignora varias circunstancias:

1.    Con frecuencia el emisor, a sabiendas o no, entrega como mensaje algo que está «sin terminar», ya sea porque lo sostiene conscientemente como una opinión debatible o porque, en el fondo, toda proposición es debatible (sobre todo en ciertos espacios de deliberación y comunicación, como la política, la publicidad o el periodismo).

2.    A menudo el emisor tiene intenciones que no están expresadas en el propio mensaje: persuadir, manipular, lucirse ante el receptor, lucirse ante terceros, etc.

3.    El mensaje puede estar generado por motivos ajenos que el emisor desconoce; puede ser funcional a una ideología o puede ser manifestación de procesos inconscientes.

4.    El receptor (o receptores) recibe o «lee» muchas cosas del emisor, aparte del mensaje; algunas manifiestas (actitud, presencia, lenguaje, vínculos conocidos con otras personas, etc.); otras, más o menos presumibles o, directamente, imaginarias, desde los propósitos ocultos hasta la procedencia ideológica y los impulsos inconscientes mencionados.

En consecuencia, analizar la comunicación a partir de este esquema simple, induce a error o, por lo menos, a una simplificación excesiva que debilita la posibilidad de dar sentido al propio mensaje. Y esto ocurre porque todo lo que decimos, aunque esté bien argumentado, nunca es la última palabra, sino un ensayo.

Ello no quiere decir que debamos olvidarnos de la lógica, o de la estructura de los elementos código-canal, prescindiendo de la disposición analítica en favor de una actitud comprensiva y holística que disolviera todo en una interpretación arbitraria. De lo que se trata es de poner el análisis en el marco dialéctico que da sentido al propio acto de comunicación: presentamos un mensaje a un receptor en un espacio que nos incluye a ambos. Y en ese espacio común compartimos, además del código, las razones existenciales para comunicarnos, la necesidad de decirnos cosas, de informarnos, de escucharnos y de corregirnos o refutarnos.

De allí el error de entender la comunicación siempre de un modo unidireccional, como dirigida a un auditorio pasivo del que sólo se esperan señales de asentimiento (algo que ocurre cuando se transmiten instrucciones, por ejemplo). Si de verdad compartimos algo con quienes nos escuchan, necesitamos eso que desde la propia teoría que estamos comentando se entiende como feed-back (otra noción mecánica) y que tradicionalmente conocemos como diálogo.

 


Aforismos

Dios es un comediante actuando ante un público demasiado asustado como para reírse. Voltaire

El periodismo consiste en decir “Lord Jones ha muerto” a gente que no sabía que Lord Jones estaba vivo.  G. K. Chesterton

Los judíos son un pueblo admirable. Han dado al mundo dos líderes como Jesucristo y Karl Marx, pero han tenido la precaución de no seguir a ninguno de los dos. Peter Ustinov

Quizás haya enemigos de mis opiniones, pero yo mismo, si espero un rato, puedo ser también enemigo de mis opiniones. Jorge Luis Borges

Nunca moriría por mis ideas, porque podría estar equivocado. Bertrand Russell

Lo primero es enseñar a distinguir el bien del mal. Todos somos moralistas; raramente físicos o botánicos. Samuel Johnson

Si piensas en términos de un año, siembra arroz. Si piensas en términos de diez años, planta árboles. Si piensas en términos de cien años, educa a las personas. Proverbio chino.

Las metáforas son un poderoso recurso para desautomatizar nuestro trato con la realidad. Una metáfora viva me permite ver con ojos nuevos lo que de alguna manera no veía porque se había vuelto demasiado familiar. Eduardo Piacenza

Siempre que piensas, crees o sabes, eres mucha otra gente; pero cuando sientes, no eres otro que tú mismo.  E.E. Cummings

A la gente no le interesa la escritura ni la pintura, sino la vida. La gente ha buscado siempre en el arte una corroboración ingeniosa de la vida. Francisco Umbral

Los católicos creen en un mundo ultraterreno, pero he notado que no se interesan en él. Conmigo ocurre lo contrario; me interesa y no creo. Jorge Luis Borges

La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizante tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas. Sigmund Freud

Cuando aconsejas a alguien, debe parecer que le recuerdas algo que ha olvidado, no que le señalas algo que es incapaz de ver. Baltasar Gracián

El problema con muchos de nosotros es que en nuestra juventud creemos saberlo todo, es decir, no somos conscientes de la extensión y estructura de nuestra ignorancia. Thomas Pynchon

Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema. W. Churchill

El aprendiz comienza hallando los defectos, pero el maestro en todo encuentra algún mérito. G. F. W. Hegel

Las palabras bondadosas son breves y fáciles, pero su eco es infinito. Teresa de Calcuta

No leas para refutar y contradecir, ni para creer y dar por sentado, ni para hablar y hacer discursos, lee para ponderar y reflexionar. Francis Bacon

Hasta un cierto punto, el confiar en un atento examen del uso efectivo de las palabras es el mejor camino, y en realidad el único seguro, en filosofía. P. F. Strawson

La política moderna es la guerra civil por otros medios. Alasdair MacIntyre

Hoy día para no parecer ridículo es preciso serlo. Ramón de Mesonero Romanos

Tenemos dos oídos y una boca, para que la proporción entre oír y hablar sea esa misma. Epicteto

El único signo de superioridad que conozco es la bondad. Ludwig van Beethoven

Una sociedad es grande cuando sus ancianos plantan árboles a sabiendas de que no podrán disfrutar su sombra. Proverbio griego.

Hechos de fragilidad y error, perdonémonos nuestras tonterías. Esa debe ser la primera ley de nuestra naturaleza. Voltaire

Cualquiera que tenga el poder de hacerte creer idioteces, tiene el poder de hacerte cometer injusticias. Voltaire

A la mayoría de las personas prefiero darles la razón rápidamente antes que escucharlas. Montesquieu

La verdad raramente es pura, y nunca es simple. Oscar Wilde

Todo se torna un poco diferente cuando lo proclamamos en voz alta. H. Hesse

Una gran verdad es aquella cuyo opuesto también es una gran verdad. Thomas Mann.

Un hombre honesto es más valioso para la sociedad y ante los ojos de Dios que todos los rufianes coronados que han sido y serán. Thomas Paine

La verdadera medida de un hombre está en el modo en que trata a quienes no pueden reportarle ningún beneficio. Samuel Johnson

Cada uno de nosotros tiene el cielo y el infierno en su interior. Oscar Wilde

El nacionalismo es una enfermedad infantil. Es el sarampión de la humanidad. Albert Einstein

A tu alma no le importa cómo te ganas la vida. Neale Donald Walsch

Ten en cuenta lo que vayas a decir, no lo que pienses.  Publio Siro

El talento se forma en la quietud. El carácter se forma en el torrente del mundo. Goethe

La elocuencia, en su punto de mayor intensidad, deja poco espacio para la razón o la reflexión. Apuntar directamente a los deseos y las emociones cautiva la voluntad de los oyentes y somete su entendimiento. David Hume

Ante todo, no hay que doblegarse: hay que mantener la entereza y hacerlo todo con dedicación. Es posible vivir bien en este mundo con más o menos medios, cuidando las relaciones tanto de parentesco como de amistad. Y es invalorable agradecer la ayuda recibida. Ezra Heymann

El mayor mérito del espíritu crítico es que tiende a curar el fanatismo, y es completamente natural que en estos tiempos de fanatismo el espíritu crítico tienda a desaparecer. Gabriel Marcel

Muchas cosas que se hacen pasar por idealismo no son sino odio y sed de poder disfrazados. Bertrand Russell

Cuando los niños admiren a los grandes científicos como admiran a músicos o actores, la humanidad dará el salto a otro nivel.  Brian Green

El nivel último de la descomposición moral es cuando todo es ofensivo pero nadie se ofende. R. Brault

La ignorancia afirma o niega rotundamente, la ciencia duda. Voltaire

Me gustaría ser valiente. Mi dentista asegura que no lo soy. Jorge Luis Borges

Un banquero es un señor que nos presta un paraguas cuando hace sol y nos lo exige cuando empieza a llover. Mark Twain

La democracia tiene que renacer una y otra vez en cada generación; la educación es su comadrona. John Dewey

Para no ser desgraciado hay que tratar las catástrofes como molestias, pero nunca las molestias como catástrofes. André Maurois

Nadie cotillea sobre las virtudes de los demás. Bertrand Russell.

Un demagogo es un político que propaga doctrinas que sabe que son falsas a personas que sabe que son idiotas. H.L.Mencken

Cuídate del hombre que te incita a una acción en la que él no corre ningún riesgo. Séneca

No es el juramento lo que nos hace creer al hombre, sino el hombre quien nos hace creer el juramento. Esquilo

Hay quienes mueren por un dogma, pero nadie muere por la conclusión de un razonamiento. J.H.Newman.

Las cosas pueden empeorar espontáneamente si no se hacen mejorar intencionalmente. Francis Bacon

Es siempre un error, en cualquier lugar y para cualquiera, creer en algo sin suficiente evidencia. W.K. Clifford

¿Qué cosas hacías en la infancia que convertían las horas en minutos? Ahí está la clave de todos nuestros esfuerzos en este mundo. Carl Jung

La vida es una serie de cambios espontáneos y naturales. No te resistas a ellos; eso solo genera dolor. Deja que la realidad sea realidad. Lao Tse

Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una. Voltaire

Todos tenemos la tendencia a pensar que el mundo debe ajustarse a nuestros prejuicios. Bertrand Russell

El que presenta sus argumentos de manera ruidosa e imperativa prueba con ello que su razón es débil. Michel de Montaigne

No estar absolutamente seguro es un elemento esencial de la racionalidad. Bertrand Russell

En una sociedad justa las libertades de la ciudadanía igualitaria se dan por sentadas; no están sujetas al regateo político ni al cálculo de los intereses privados. John Rawls

No eches abajo una barrera antes de averiguar para qué fue puesta. G.K.Chesterton

La ciencia no sólo es compatible con la espiritualidad; es un modo profundo de espiritualidad.  Carl Sagan

¿Cómo esperar que la humanidad oiga consejos si ni siquiera oye advertencias? J. Swift.

La locura en el individuo es algo raro; en los grupos, en los partidos, en los pueblos, en las épocas, es la regla. Friedrich Nietzsche

Toda verdad pasa por tres fases: 1- Se la ridiculiza. 2- Se la niega violentamente. 3- Se la acepta como evidente. Arthur Schopenhauer

A menudo la verdad sufre más por la pasión de sus defensores que por los argumentos de sus oponentes. William Penn

Creo que Dios, cuando creó al hombre, sobreestimó sus capacidades. Oscar Wilde

En principio y en la práctica, la más rara de todas las cualidades humanas es la coherencia.  J. Bentham

El aspecto más triste del mundo actual es que la ciencia es más rápida acumulando conocimiento que la sociedad acumulando sabiduría. Isaac Asimov

La compasión es la capacidad de sentir lo que significa vivir en la piel de otro. Es saber que nunca realmente habrá paz y alegría para mí hasta que la haya para ti también. Frederick Buechner

Mi sentido de lo sagrado está vinculado a la esperanza de que algún día mis remotos descendientes vivirán en una civilización en la que básicamente el amor será la única ley. Richard Rorty

No debemos sujetar un barco con una sola ancla, ni una vida con una sola esperanza. Epicteto.

La estupidez es lo mismo que la maldad, si juzgas por los resultados. M. Atwood

La diferencia entre el periodismo y la literatura es que el periodismo es ilegible y la literatura no se lee. Oscar Wilde

Antes los libros los escribían literatos y los leía el público; ahora, los escribe el público y no los lee nadie. O. Wilde

La parte difícil de un debate no es defender nuestra opinión, sino conocerla. André Maurois

Es un signo de madurez redescubrir la seriedad con que jugábamos de niños. Friedrich Nietzsche

Deja la puerta abierta a lo desconocido, la puerta hacia la oscuridad. Es de donde vienen las cosas más importantes, es de dónde vienes tú, y es adonde irás. Rebecca Solnit

Todos tenemos selvas en nuestra mente. Selvas inexploradas, interminables. Cada uno de nosotros se pierde solo cada noche en esa selva. Ursula K. Le Guin

“Sé tú mismo” es el peor consejo que se puede dar a cierta gente. Thomas Lansing Masson

Resistimos la vorágine del conflicto histórico al apreciar la configuración articulada frente al todo indiferenciado, al acoger la escasa felicidad cotidiana y recordar a aquel dios que no está en el fuego ni en la tempestad, sino en la brisa suave que se levanta. Ezra Heymann

Cuanto más pequeño el corazón, más odio alberga. Victor Hugo

En lo fundamental, Dios no es más que un padre enfadado. Sigmund Freud

No hay razón para que el Bien no pueda triunfar sobre el Mal. Triunfar es cuestión de organización. Si existen los ángeles, espero que estén organizados como la Mafia. Kurt Vonnegut

Me niego a entrar en una batalla de inteligencia con un hombre desarmado. Oscar Wilde

El problema de hoy es que los jóvenes están demasiado ocupados enseñándonos cosas como para aprender algo ellos. E.Hoffner

El problema del mundo es que los estúpidos están seguros y los inteligentes están llenos de dudas. B. Russell

La inteligencia de una masa se calcula dividiendo la de su miembro más estúpido por el número total de individuos. E. Jardiel Poncela

Si no hubiera vivido en el País Vasco no me hubiera ocupado de algo tan estúpido como el nacionalismo. Fernando Savater

Con las piedras que con tan mala intención te lanzan tus críticos, bien podrías erigirte un monumento. Emmanuel Kant

La experiencia es una maestra brutal. Pero aprendes rápido. William Nicholson

La Biblia dice que ames a tus vecinos y también que ames a tus enemigos; tal vez porque se trata de la misma gente. G.K.Chesterton

El mayor logro al que puede aspirar la educación es la tolerancia. Hellen Keller

El hombre es generoso; renuncia a su felicidad con tal de que le dejen creer que la felicidad existe en algún otro sitio. Francisco Umbral

El gran enemigo de la verdad no es la mentira -deliberada, fabricada y deshonesta-, sino el mito -persistente, persuasivo y nada realista. J.F. Kennedy

Una mentira puede dar la vuelta al mundo mientras la verdad apenas se está poniendo los zapatos. Charles Spurgeon

La lealtad a opiniones petrificadas nunca ha roto una cadena ni ha liberado un alma humana. Mark Twain

Las opiniones que se sostienen con más pasión son las que están peor fundamentadas. Bertrand Russell

El autoconocimiento se logra conociendo a otras personas. Goethe

Nada pesa más que la compasión. Ni siquiera el propio dolor pesa tanto como el dolor que sentimos con alguien, por alguien, un dolor intensificado por la imaginación y prolongado por cien ecos. Milan Kundera

Reconocemos bien los efectos de nuestras acciones. Son las consecuencias de nuestra inacción lo que confundimos con el destino. R. Brault

El error es aceptable mientras somos jóvenes. Pero no es bueno llevárnoslo a la vejez. Goethe

Mueve más una mentira firme que una verdad pensativa. Francisco Umbral

El arte de la medicina consiste en entretener al paciente mientras la naturaleza cura la enfermedad. Voltaire

Hay más sencillez en el hombre que come caviar por impulso que en el que come nueces por principio. G.K.Chesterton

Las muchedumbres no han tenido nunca sed de verdad. Se desvían ante las evidencias que les disgustan, prefiriendo divinizar el error si el error les seduce. El que sabe ilusionarlas se hace fácilmente su dueño; el que intenta desilusionarlas, es siempre su víctima. Gustave Le Bon

Las disputas se multiplican como si todo fuera dudoso, pero se tratan como si todo fuera seguro. David Hume.

Si las personas supieran lo que cada uno dice del otro, no habría cuatro amigos en el mundo. Blas Pascal

Los fanáticos son pintorescos. La humanidad prefiere ver gestos a escuchar razones. Friedrich Nietzsche

Un idealista es alguien que cree que porque la rosa huele mejor que la calabaza hará también mejor sopa. Bertrand Russell

Nada es signo más seguro de error que la aprobación de la multitud. David Hume

Qué rápido acuden a nosotros las razones para aprobar lo que nos gusta. Jane Austen

Los prejuicios casi nunca se superan debatiendo. Al no estar basados en la razón, no pueden ser destruidos por la Lógica. Tryon Edwards



Michael Sugrue

Hace poco tropecé con los vídeos de las clases del historiador y profesor de Harvard Michael Sugrue (1957-2024) y quedé impresionado con la claridad de sus exposiciones sobre historia de las ideas. Quiero compartir aquí una sesión dedicada a Kierkegaard:



Opinar, pensar, actuar

Las opiniones de los miembros de ese colectivo llamado «opinión pública» suelen no estar muy elaboradas, aunque sus defensores adhieran a ellas con firmeza. 

Una opinión, en su fase más primitiva, puede no pasar de ser una simple proposición (un enunciado que puede ser verdadero o falso) acerca de hechos o valores: se está a favor o en contra de algo (pena de muerte, aborto, toros, un proyecto de ley, etc.) o se cree que las cosas son o no son de cierto modo (el coronavirus no existe, el político X es deshonesto, hay que esperar dos horas para bañarse después de comer, etc.) 

En relación con el sujeto que emite una opinión particular pueden destacarse entonces dos aspectos: la calidad de su argumentación y el grado de su adhesión a dicha opinión. 

Por calidad de argumentación me refiero a la disposición o capacidad que tiene el sujeto para ofrecer razones aceptables (es decir, verdaderas, relevantes y suficientes) en favor de lo que opina. 

La adhesión puede referirse a dos cosas: 

    1) a la disposición que tiene el sujeto para actuar de acuerdo con esa opinión, o  

    2) a su mayor o menor resistencia a cambiarla.

Es interesante notar que no hay una proporción directa entre calidad de argumentación y grado de convicción, no sólo porque evidentemente el mundo está lleno de palurdos dispuestos a matar por ideas que no entienden, sino también porque un alto grado de «argumentatividad» a veces debilita la adhesión, pues la exploración concienzuda del tema  revela que las cosas son menos claras de lo que parecían y afecta la imagen o carisma del orador, a quien la mayoría percibirá como inseguro, sin apreciar el mérito de su disposición analítica.

El proceso puede verse como sigue. En una primera fase, ingenua, hay una ilusión de claridad y hay convicción. En una segunda fase, crítica, surgen la confusión, la duda y la necesidad de reexaminar el problema. Finalmente (si hay suerte), se alcanza una nueva claridad en la que lo que parecía simple se ha representado con un mayor grado complejidad. Esta tercera fase, si se piensa bien, es una suerte de segunda ingenuidad y podrá, eventualmente, ser puesta en duda, sometida a crítica y dar lugar a un nuevo proceso. Esta es a grandes rasgos la forma del proceso racional y del pensamiento filosófico en su vertiente no especulativa.

Por tanto, nuestro punto de partida para la acción siempre es relativamente ingenuo comparado con el que pueda alcanzarse después de una nueva reflexión. Como el proceso es lógicamente infinito, nadie espera a alcanzar una posición definitiva para empezar a actuar. 

Es por ello que las «opiniones», que tanto proliferan en el mundo de las redes e Internet, deben tomarse con más o menos seriedad dependiendo de la cantidad, relevancia y certidumbre de las razones que se aportan para apoyarlas y, sobre todo, de que se usen o no como fundamentos para la acción. Cuando estas razones faltan, o son débiles, lo mejor que podemos hacer con esos puntos de vista, si el contexto lo justifica, es tomarlos como indicios probables y hacer la crítica necesaria para intentar averiguar ese grado de probabilidad (explorando las razones a favor y en contra). Estas palabras de Popper en relación con la ciencia resumen bien la idea general:

«La base empírica de la ciencia objetiva no tiene, por consiguiente, nada de «absoluto». La ciencia no descansa en una sólida roca. La estructura audaz de sus teorías se levanta, como si dijéramos, encima de un pantano. Es como un edificio construido sobre pilotes. Los pilotes son hincados desde arriba en el pantano, pero no en una base natural o «dada»; y si no hincamos los pilotes más profundamente no es porque hayamos alcanzado suelo firme. Simplemente paramos cuando nos satisface la firmeza de los pilotes, que es suficiente para soportar la estructura, al menos por el momento.»




El instinto gregario y la discordia

Una de las paradojas del ser humano reside en la oposición entre su naturaleza social, que lo acerca a sus semejantes y lo induce a vivir en...